domingo, 15 de noviembre de 2015

ANÁLISIS LITERARIO


Mi planta de naranja - Lima

Libros Alcaná.(s.f). Mi planta de naranja-lima. Recuperado
de: http://www.libros-antiguos-alcana.com/ficha-mi+planta+de+
naranja-lima-vasconcelos+jose+mauro+de-228814
AUTOR: José Mauro de Vasconcelos

BIOGRAFIA DEL AUTOR: Nació en bongo, Río de Janeiro (Brasil), en el año 1920.
Realizo los estudios primarios y secundarios en su tierra natal, tuvo inclinaciones literarias desde muy temprana edad. En su época escolar, escribió poesía y cuentos cortos.
En su etapa madura, fue un hombre polifacético: poeta, novelista, periodista, profesor, actor de cine y televisión, y sobre todo fue un viajero infatigable.
Tuvo una vida agitada en el campo de la literatura, ya que logro producir novelas y narraciones cortas.
El escritor José Mauro de Vasconcelos fue un auténtico autodidacta que se formó en el constante trabajo literario.
También tuvo la oportunidad de participar en la vida política de su país.
Muere en San Pablo, 25 de julio, de 1984.

GÉNERO: Narrativo

TEMA: Vida de un niño precoz e inteligente que sufre la pobreza y la falta de amor paternal.

PERSONAJES:

PRINCIPALES:
·         Zezé: precoz, valiente, travieso, víctima de golpes.

SECUNDARIOS:
·         Tío Edmundo
·         Padre
·         Mamá
·         Lalá
·         Portuga
·         Minguito
·         Jandira

ANTAGONISTAS:
Los hermanos que lo golpean


RESUMEN:
Relata la historia de Zezé, un niño mestizo que habita una favela o barrio de gran pobreza en el Brasil y que un día, de pronto, descubre el dolor y se hace adulto tempranamente. En la primera parte de la obra se presentan los personajes más importantes, que son la familia y vecinos más próximos; en especial, se resalta el papel de los hermanos mayor y menor en la familia y también la función de la mujer en esa sociedad que refleja el nivel de pobreza que se vive en algunas partes de Latinoamérica.
Zezé, el protagonista, se muda con su familia a una nueva casa y cada hermano escoge un árbol del jardín, salvo Zezé, que no puede hacer otra cosa sino resignarse a recibir la que nadie quiere, una planta de naranja – lima con la que acaba encariñándose porque en su intensa imaginación es la única planta del mundo que puede hablar.
A partir de ahí se relatan una serie de travesuras y errores en que el niño incurre, no por maldad, sino justamente por su gran inocencia. En muchas ocasiones, sin embargo, sus acciones son interpretadas de la peor manera por sus parientes, especialmente por el padre, quien continuamente le propina grandes golpizas ante las menores faltas. – Que en la realidad no son tales - de Zezé.
El padre reacciona casi impulsado por la cólera que le provoca el estar sin empleo y sentirse un inútil, un estorbo. A la dureza de la vida llena de maltratos, Zezé opone una activa fantasía: su planta de naranja-lima se convierte en su confidente, su mejor amigo y compañero de juegos.
Gracias a su imaginación, Minguito o Xururuca –que son los nombres que cariñosamente el protagonista otorga a la planta– se convierte en el medio de escape de su dura realidad.
Un giro importante en la vida de Zezé es su encuentro con el dueño del mejor coche de la ciudad, el Portuga. De él se hará muy amigo, y el Portuga se verá profundamente enternecido por la forma de ser de este niño.
Su amistad crecerá día a día, tronándose en cariño, en amor verdadero, en amor de un padre a un hijo. Incluso después de una terrible golpiza, el Portuga conversa con Zezé acerca de la posibilidad de adoptarlo, lo que genera en este toda una corriente de ilusiones.
Llega el momento en que la familia de Zezé piensa en cortar su planta de naranja-lima, que cada vez es más grande de tamaño, pero más pequeña en su corazón, pues crece en él cada vez más el amor por Portuga; al día siguiente, en clase, Zezé se entera de qué el mangaratiba, el tren de la ciudad, acaba de arrollar a Portuga.
A raíz de esto enferma casi de muerte por un periodo de unas tres semanas, después de las cuales se recupera para vivir lleno de tristeza la nueva situación económica de su casa: su padre ha sido empleado en una nueva empresa de la ciudad con un buen cargo, por lo que el tiempo de pobreza parece haber llegado a su fin.

La obra acaba con una carta de Zezé a Manuel Valladares, confesando todos los sentimientos que ha tenido a lo largo de su vida, y cómo tuvo que crecer precozmente.

COMENTARIO:

Esta obra me agrado, por sencilla y fácil de seguir, la forma cómo el autor encara el papel de un niño travieso es estupenda. Es triste ver  que la pobreza afecta mucho a los niños, pero es tierno ver que la pobreza no mata un espíritu puro como lo es el pequeño Zezé  que a pesar de ser muy travieso encarna un alma muy bondadosa con los demás.

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