Mi planta de naranja - Lima
Libros Alcaná.(s.f). Mi planta de naranja-lima. Recuperado
de: http://www.libros-antiguos-alcana.com/ficha-mi+planta+de+
naranja-lima-vasconcelos+jose+mauro+de-228814
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AUTOR: José
Mauro de Vasconcelos
BIOGRAFIA
DEL AUTOR: Nació en bongo, Río de Janeiro (Brasil), en el año 1920.
Realizo los estudios primarios
y secundarios en su tierra natal, tuvo inclinaciones literarias desde muy
temprana edad. En su época escolar, escribió poesía y cuentos cortos.
En su etapa madura, fue un
hombre polifacético: poeta, novelista, periodista, profesor, actor de cine y
televisión, y sobre todo fue un viajero infatigable.
Tuvo una vida agitada en el
campo de la literatura, ya que logro producir novelas y narraciones cortas.
El escritor José Mauro de Vasconcelos
fue un auténtico autodidacta que se formó en el constante trabajo literario.
También tuvo la oportunidad de
participar en la vida política de su país.
Muere en San Pablo, 25 de
julio, de 1984.
GÉNERO:
Narrativo
TEMA: Vida
de un niño precoz e inteligente que sufre la pobreza y la falta de amor
paternal.
PERSONAJES:
PRINCIPALES:
·
Zezé: precoz, valiente, travieso, víctima de golpes.
SECUNDARIOS:
·
Tío Edmundo
·
Padre
·
Mamá
·
Lalá
·
Portuga
·
Minguito
·
Jandira
ANTAGONISTAS:
Los hermanos que lo golpean
RESUMEN:
Relata la historia de Zezé, un
niño mestizo que habita una favela o barrio de gran pobreza en el Brasil y que
un día, de pronto, descubre el dolor y se hace adulto tempranamente. En la
primera parte de la obra se presentan los personajes más importantes, que son
la familia y vecinos más próximos; en especial, se resalta el papel de los
hermanos mayor y menor en la familia y también la función de la mujer en esa
sociedad que refleja el nivel de pobreza que se vive en algunas partes de
Latinoamérica.
Zezé, el protagonista, se muda
con su familia a una nueva casa y cada hermano escoge un árbol del jardín,
salvo Zezé, que no puede hacer otra cosa sino resignarse a recibir la que nadie
quiere, una planta de naranja – lima con la que acaba encariñándose porque en
su intensa imaginación es la única planta del mundo que puede hablar.
A partir de ahí se relatan una
serie de travesuras y errores en que el niño incurre, no por maldad, sino
justamente por su gran inocencia. En muchas ocasiones, sin embargo, sus acciones
son interpretadas de la peor manera por sus parientes, especialmente por el
padre, quien continuamente le propina grandes golpizas ante las menores faltas.
– Que en la realidad no son tales - de Zezé.
El padre reacciona casi
impulsado por la cólera que le provoca el estar sin empleo y sentirse un
inútil, un estorbo. A la dureza de la vida llena de maltratos, Zezé opone una
activa fantasía: su planta de naranja-lima se convierte en su confidente, su
mejor amigo y compañero de juegos.
Gracias a su imaginación,
Minguito o Xururuca –que son los nombres que cariñosamente el protagonista
otorga a la planta– se convierte en el medio de escape de su dura realidad.
Un giro importante en la vida
de Zezé es su encuentro con el dueño del mejor coche de la ciudad, el Portuga.
De él se hará muy amigo, y el Portuga se verá profundamente enternecido por la
forma de ser de este niño.
Su amistad crecerá día a día,
tronándose en cariño, en amor verdadero, en amor de un padre a un hijo. Incluso
después de una terrible golpiza, el Portuga conversa con Zezé acerca de la
posibilidad de adoptarlo, lo que genera en este toda una corriente de
ilusiones.
Llega el momento en que la
familia de Zezé piensa en cortar su planta de naranja-lima, que cada vez es más
grande de tamaño, pero más pequeña en su corazón, pues crece en él cada vez más
el amor por Portuga; al día siguiente, en clase, Zezé se entera de qué el
mangaratiba, el tren de la ciudad, acaba de arrollar a Portuga.
A raíz de esto enferma casi de
muerte por un periodo de unas tres semanas, después de las cuales se recupera
para vivir lleno de tristeza la nueva situación económica de su casa: su padre ha
sido empleado en una nueva empresa de la ciudad con un buen cargo, por lo que
el tiempo de pobreza parece haber llegado a su fin.
La obra acaba con una carta de
Zezé a Manuel Valladares, confesando todos los sentimientos que ha tenido a lo
largo de su vida, y cómo tuvo que crecer precozmente.
COMENTARIO:
Esta obra me agrado, por sencilla y fácil de seguir, la
forma cómo el autor encara el papel de un niño travieso es estupenda. Es triste
ver que la pobreza afecta mucho a los
niños, pero es tierno ver que la pobreza no mata un espíritu puro como lo es el
pequeño Zezé que a pesar de ser muy
travieso encarna un alma muy bondadosa con los demás.
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